El más allá

El más allá

Me pregunto
como sería el mundo
más allá…
más allá de acá.

Los paisajes,
campos arbolados,
aves revoloteando.
Toda la libertad.

Todo es diferente,
sin problemas,
sin obligaciones,
pero tú no estás.

Cómo conseguir
esa libertad,
cómo conseguir
ese amor.

Además de conseguirlo
tengo que saber vivirlo,
pero…¿Cómo saber vivir
si no estás conmigo?

Más allá…
puede haber de todo;
pero faltaría la vida,
faltarías tú.


José M. Monjo

Inconsciente de amor

Inconsciente de amor

En cada verso,
en cada prosa,
siempre estás tú;
pero…
¿Cómo hacer para qué
reines  en mi corazón?

En mis pensamientos,
en mis sueños,
en mis libros estás;
pero…
¿Por qué no te puedo
dejar de amar?

Si esto fuera un sueño,
me gustaría despertar
y volver a la realidad
para que mi ilusión
pueda concretar,
y no dormirme jamás.

Todo es,
todo será;
pero nunca podrá ser
como fue
si tu no estás
en mi corazón.


José M. Monjo

Larga espera

Larga espera

Espero volverte a ver,
tu rostro, tu sonrisa,
tus delicadas caricias
revoloteando en mi ser.

No me puedo concentrar,
no se lo que me pasa…
¿Será a lo mejor que
he vuelto a amar?

En mis pensamientos te veo,
pero las noches te sueño;
pero no basta,
necesito decirte “Te quiero”.

Aguardo con paciencia
este largo esperar,
pero no sé si pueda
dejarte de amar.

José M. Monjo

Nacimiento del amor

Nacimiento natural del amor

De la sonrisa
nace la flor,
de la tristeza
el arco iris…
¿De dónde nace el amor?

El sol con la luna,
la rosa con el rosal,
el río con su caudal;
todos por naturaleza,
enamorados vienen y van.

El amor no se inventa,
en el amor no se cree,
solamente se siente
-con un poco de imaginación-
el placer de volar.

Todos se preguntan:
“¿de dónde nace el amor?”,
todos dirían “del corazón”;
¡Pero no!
El amor nace de vos.

José M. Monjo

A mi amor

A mi amor

Cómo acariciar a una rosa,
cómo amar a una estrella,
cómo volar como una gaviota
si la estrella es gaviota
y a la vez es rosa.

Cómo distinguir una u otra,
cómo amar a las tres
sin que se encuentren;
sólo puedo amar a una
y esa eres tú.

Eres la conjunción de las tres,
que se apareció de la nada,
y me recordó lo que es
el verdadero amor.


José M. Monjo

Una rosa me provoca

Una rosa me provoca

Cuando estoy cerca de ti
mi mente empieza a volar,
cuando me miras
no puedo ni respirar.

Cuando me sonríes
trato de disimular,
mi corazón enloquece
cuando te veo pasar.

Admiro…
la belleza de tu rostro,
la suavidad de tu piel,
tu caminar sensual.

Eres tan perfecta,
tan hermosa,
pero… ¿Cómo amar
a una bella rosa?

José M. Monjo

Te recuerdo

Te recuerdo

Te recuerdo,
Sin querer
En mis sueños
Te encuentro

Ha pasado el tiempo,
pero no te olvido,
siempre me imagino
que estoy contigo.

Si pudiera ser
tu mejor canción,
si pudiera ser
parte de tu corazón.

Por más que quisiera
no te puedo olvidar,
por más que quisiera
no te puedo dejar de amar.


José M. Monjo

Si pudiera encontrarte

Si pudiera encontrarte

Tu sonrisa es como el sol,
tus ojos como la luna,
te me escondes en el horizonte,
reapareces en mi mente.

Si pudiera expresarte
cuánto te amo,
si pudiera decirte
cuánto te extraño.

Te busco en las noches
en la luz de cada estrella,
solo te encuentro
en lo profundo de mi corazón.

Contigo soy todo
y sin ti, no soy nada,
sólo me queda tu luz
y tu sonrisa estrellada.

José M. Monjo

Mi corazón

Mi corazón

Cuando me miras
mi corazón palpita,
cuando te vas
mi corazón agoniza.

A tu lado
siento que vuelo,
presiento que ya
me he enamorado.

Es como una fantasía
hecha realidad,
es como un sueño de amor
hecho verdad.


José M. Monjo

Día deseado

Día deseado

Cuándo será el día
en que te pueda encontrar.
Cuándo llegará el día
en que te pueda besar.

Cuándo será el día
en que pueda volar,
en que de verdad
me enseñes a amar.

Te busco
en cada flor,
para poder regarte
con un poco de mi amor.

Cuándo llegará el día
en que calmes mi pasión,
cuándo llegará el día
en que me ofrezcas tu corazón.


José M. Monjo

Llamarada de amor

Llamarada de amor

Por primera vez
me enamoré de verdad,
por primera vez
hallé felicidad.

Su voz tan apasionada,
su piel tan sensual,
era la rosa ardiente
que quemaba mi corazón.

Te apareces en mis sueños,
pronuncio tu nombre sin querer,
espero volverte a ver
para que soñemos juntos otra vez.

Me encendió una llamarada
en lo profundo de mi corazón,
me encendió una llamarada
que quemaba de amor.

José M. Monjo

Corazón apasionado

Corazón apasionado

Haga frío
o haga calor
no puedo calmar
esta pasión.

Hermosos son tus ojos,
delicada tu piel,
tiernas tus caricias,
tus besos con gusto a miel.

Como me gustaría
estar siempre a tu lado,
como me gustaría
tu corazón haber conquistado.


José M. Monjo